Un medio de financiación de entonces fueron las verbenas. Las organizaban un reducido grupo de currelas, que se echaban encima todo el marrón, tenían que "colar" a los "amigos getas" y aguantar las críticas de los "aguafiestas". San Antón y El Frontón (entonces abierto) eran los lugares más usados e idóneos. De alguna manera se cerraban, se cobraba entrada y se colocaba un bar. Entre 25 pesetas las primeras y hasta 50 se llegaría después. El Amurrio Club y el Mendiko Lagunak ya nos habían abierto el camino. La primera de las Cuadrillas nos la autorizaron para el sábado 13 de julio del 68, la hicimos en El Frontón "con mucha animación y gente".
La recaudación por entradas fue de 14.000 y la del bar sólo de 5.000 pesetas, que yo consideré como "desastre y poca organización". Tras pagar a todos los proveedores e "impuestos" (SGAE incluída), el día 31 se entregaron las 1.903,17 pesetas que a cada cuadrilla le correspondían como beneficio neto. No daba para mucho, cuando las compras de instrumentos musicales que hicimos el 2 de agosto en Basauri nos salieron 3.200 pts. a tocateja: un bombo nuevo, 1.700; un par de platillos, 800; una caja, 500; y un atabal, 200. ¡Pero así y poniendo mucho más dinero de nuestro bolsillo, íbamos tirando!
El año 1969 nos autorizaron dos. La primera para el sábado 5 de julio en San Antón. Contratamos la orquesta Ortiz, de Basauri, el lunes anterior y sacamos 12.911 pesetas de entradas y unas 10.500 de bar, que repartimos a partes iguales entre las cuatro cuadrillas. La segunda fue de nuevo en el cobertizo que con forma de U protegía a la ermita del santo de los animales y que ya llevaba muchos años hecho y albergando "la plaza de los viernes". Esta era a beneficio de la Nueva Iglesia de San José. Y aunque cito que hubo "poco ambiente", la muchachada de las cuadrillas consiguió unas 15.000 pesetas para los planes del entusiasta cura Don Eusebio.
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