viernes, 27 de abril de 2012

LA CARROZA QUE SE ROMPIO (1969)

Quisimos rizar el rizo... y se nos rompió. El I Concurso de Carrozas lo preparamos bien, con mucha ambición cultural, tras el éxito que nos precedía. Hasta contactamos con pueblos veteranos en ello como Miranda y Castro, aunque el modelo no nos gustaba.

En el taller de Odiaga montamos el tinglado. Queríamos sintetizar la historia de Amurrio encima del carro de bueyes de Antontxu el de Aresketa. Un gran huevo en el centro simbolizaba a Ayala. De él salía un "pollito" (el escudo de Amurrio), del que nació nuestra independencia municipal en el s.XIX. Se completaba con troncos de árboles que marcaban nuestra riqueza forestal, con otros símbolos de nuestra veterana riqueza agrícola-ganadera y la naciente industrial. Y además, folklore y la dama. ¡Demasiado!

No nos gustaba la estética del huevo y añadimos demasiada escayola o yeso hasta darle la mejor forma. La ampliación del carro no daba para tanto. La carga quedó "trasera", en la salida al salvar la cuneta, el tirón de las vacas nos dio el primer aviso. Hubiera sido muy peligroso atravesar el paso de "las barreras", subir la cuesta de San Antón y bajar después la del Ayuntamiento. ¡La carroza no se nos rompió! Fuimos prudentes y precavidos, tomando una medida que nos dolió en el alma. En el I Desfile de Carrozas, qué contrariedad, los "inventores e ideadores" del evento, lo hicimos sin carroza. Pero mantuvimos la alegría y pasacalles a alto nivel, ya con un grupo inmenso.

La polémica se montó. Las dudas de si la habíamos terminado y más. Los concejales al efecto hicieron sus averiguaciones y comprobaciones.  Tuvimos que dar muchas explicaciones. Y al final nos dieron la asiganción de 5000 pesetas por carroza, que encima nos salió bastante más cara. ¡Gajes del "oficio"! 

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