Danzas, kantu poteo, almuerzo popular, karaoke, taller de zumba... Casi un centenar de "verdes" con su perfecto atuendo tradicional, participaron en los actos. Destacable la afluencia de veteranos... y en algunas familias, las tres generaciones. La llama de Dantza Lagunak, sigue iluminando la cultura vasca en Amurrio.
El Pueblo Vasco, trabajador y comprometido siempre, ha dado culto a la mesa del buen comer y beber, con amplio diálogo. Y en la fiesta, ha exteriorizado sus costumbres milenarias a través de la danza. Ahí sigue estando Dantza Lagunak... desde 1967.
Las alpargatas verdes y los pololos acudieron blancos y limpios inmaculados a la fiesta. Y la cerveza, esa bebida milenaria que también en Euskal Herria se ha impuesto al vino y al txakolí autóctonos, fue el trago preferido en el kantu poteo y al atardecer. Y no pudo faltar la mascota Ruper, que hace más de dos décadas se apuntó a Dantza Lagunak.
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